Ilda Mosquera (Cedeira, 1986) acaba de publicar su primera novela, “Amor Mercurio”, porque, como ella dice, “el amor es como el mercurio, que si lo persigues se escapa”. Licenciada en Comunicación Audiovisual y Periodismo en Madrid, ha trabajado como redactora y reportera en Cuatro, TVG, La Sexta o TVE, realizando también algún trabajo en prensa. Tras abandonar su Cedeira natal a los 18 años para ir a estudiar a Madrid, regresa ahora a Galicia para afrontar un nuevo proyecto laboral.
¿Cómo surge esta novela?
Surge por un pequeño texto que escribo en un autobús camino a Madrid. Ese texto al final no está en ‘Amor Mercurio’, pero digamos que fue la semilla que me llevó a ir creando la historia.
¿Y cuándo decide dar forma a esta historia en forma de novela?
Digamos que en un primer momento no me senté a escribir una novela, me empezaron a venir unas cosas a la mente que iba escribiendo en la libreta que llevase encima (siempre suelo llevarla por mi trabajo). También alguna vez he escrito cositas en el móvil, si me venía algo a la mente sin una libreta a mano, alguna vez me ha pasado en la discoteca o en alguna cena.
¿Siempre te atrajo la literatura?
Sí, siempre me atrajo y digamos que fue una vía de escape desde que tengo uso de razón. De pequeña si me aburría o estaba triste me daba mucho por escribir y creo que es de las costumbres que sigo teniendo de mayor, aunque creo que escribo mejor si estoy feliz.
¿Cómo definiría, en pocas palabras, esta primera novela?
Para mí y por lo que me han transmitido lectoras y lectores es una novela de sentimientos y sensaciones. En la novela se habla del amor romántico y de la sociedad patriarcal. Yo quise poner a través de la mente de la protagonista las contradicciones que creo que hemos vivido las mujeres de mi generación: hemos tenido la suerte de vivir una juventud con un auge del feminismo, pero con una infancia y adolescencia con un imaginario más machista de lo que debía haber sido.
¿Cómo ha sido para usted la experiencia de haber escrito esta obra? ¿Qué le ha aportado?
La experiencia ha sido maravillosa, es estupendo poder contar la historia que te apetece de la forma que te da la gana y eso creo que solo lo aporta la literatura. Más allá de sentirme realizada como contadora de historias, me está aportando mucho cariño. Gente, que conozco de mi entorno laboral o de Cedeira, con la que nunca había hablado me escribe, me hacen llegar por amigas en común o me hablan para decirme que les ha gustado y que se han sentido identificadas. Eso sí que llena el alma.
En ella habla de temas como la toxicidad del amor romántico.
Quería hablar de amor liberándolo de tópicos machistas como “el rescate del príncipe azul” y quería dejar claro que el amor propio es el más importante para ser feliz. Además me propuse mostrar el concepto de poliamor y naturalizar el poder querer a dos personas a la vez. Creo que estar con una persona a la que quieres y pensar de vez en cuando en otra es más común de lo que se dice. Un objetivo era plantear que por querer a una segunda persona no se quiere menos a otra.
Aborda también el tema de la inestabilidad laboral o de la crisis de 2008. ¿Qué mensaje quiere transmitir a través de estas cuestiones?
Con la crisis laboral de 2008 quería desahogarme y hacer un homenaje a la gente de mi quinta, creo que nos lo merecemos. Tengo compañeras y compañeros de universidad que no se han estrenado en lo que hemos estudiado (Comunicación Audiovisual y Periodismo) y creo que la crisis ha tenido mucho que ver. Yo me fui a estudiar en 2004 y pensábamos que nos íbamos a comer el mundo. Cuando acabamos en plena crisis hasta a los Ingenieros de Caminos les costaba encontrar empleo, algo impensable en 2004. Somos una generación con una infancia mucho más fácil que la de nuestros antepasados, pero la crisis nos la hemos comido y eso creo que ha influido en nuestra vida y en nuestras relaciones.
¿Qué sensaciones está teniendo con respecto a la acogida por parte del público?
Las sensaciones son muy buenas, creo que está gustando. Hay muchas personas que me cuentan historias muy similares a la principal que le sucede a la protagonista de ‘Amor Mercurio’ con ese amor medio tóxico e imposible y también gente que me confiesa que les ha pasado lo de estar bien con alguien y pensar en otra persona. Estoy satisfecha, lo que más me gusta es contar historias de gente y creo que lo he conseguido. Además como te decía antes, estoy recibiendo mucho cariño del público y también de las librerías, en especial de las de la comarca a las que estoy muy agradecida.