Los huérfanos de Nadal, aún con la pena fresca, nos enfrentábamos a la final de Roland Garros con incertidumbre. Y acabamos viviendo una tarde de tenis como las de antes. De esas en las que si te levantas del sofá es solo para celebrar un punto. La épica ya no es patrimonio exclusivo de Rafa. Alcaraz y Sinner apuntan a protagonizar los próximos duelos que harán historia en el tenis.