Qué espectacular muestra de capacidad negociadora y dotes diplomáticas. Qué dominio de la estrategia. Ahí está, la nación más poderosa del mundo, mostrando al planeta cómo se hace un intercambio de presos. Y ojo, que el interlocutor no era, precisamente, de trato fácil. Pero Estados Unidos ha hecho valer su condición de todopoderosa y ha conseguido su objetivo: la recuperación de la jugadora de baloncesto que cumplía una condena de nueve años en Rusia por llevar en su equipaje aceite de hachís para vapear. De lo desproporcionado de la sentencia también se podría hablar, pero en otro momento. Porque la noticia ahora es que a cambio de la deportista solo ha tenido que liberar al traficante de armas Víktor But, conocido como ‘el mercader de la muerte’. Por si el sobrenombre no nos da pistas también hay una película basada en su historia –’El señor de la guerra’, muy recomendable–. Después de semejante trato dice Putin que no descarta nuevos intercambios. Normal...