En una sociedad motorizada, con el vehículo hegemonizando el espacio público, la educación vial es una materia que hay que reforzar. Hay una desigualdad evidente entre un peatón y un conductor y, por ello, además de las medidas restrictivas para quien se mueve en coche, es crucial que los viandantes –de todas las edades– conozcan las acciones más eficaces para protegerse y poder desplazarse con seguridad en espacios de convivencia entre coches y personas. Iniciativas arraigadas como las de Narón y, más recientemente Ferrol, son muy necesarias.