El trabajo en el mar es uno de los más duros y al mismo tiempo uno de los más queridos porque engancha, crea dependencia y si no fíjense en una buena parte de los marineros jubilados que aprovechan la mínima para disfrutar de la pesca deportiva o recordar viejas vivencias al pie de los muelles. Y eso es lo que le ocurre a Antonio Durán, Tucho, aunque conocido con el apodo de “Chatarra”, el cazatiburones de Vilaxoán. Sucedió hace cuarenta años y con la aparición del escualo en Vilanova su historia se ha hecho viral entre los suyos cuando de aquella pescó aquel bicho.