La inestabilidad en el sector del comercio está alcanzando tintes alarmantes en los últimos tiempos. Un estudio de UPTA desvela que cada día echa la persiana un establecimiento en la comarca de O Salnés, una sangría que solo se ve compensada con la apertura de nuevos negocios que intentan sobrevivir a una crisis que se ha hecho crónica en este sector. La vida de los locales que, precisamente, dan vida, luz y bullicio a las calles salinienses está siendo efímera y entre todos es preciso aportar las herramientas que necesitan para favorecer su estabilidad. La liberalización de los horarios y de las rebajas está siendo muy duro para los comerciantes de toda la vida y para los nuevos emprendedores que carecen de los medios para competir con las grandes cadenas.