Helga Patiño, presidenta de Só Elas: "Ahora no se entienden Las Pepitas sin la rondalla de mujeres"

La agrupación cumple cinco años y lo celebra con una gala en el teatro Jofre este miércoles
Helga Patiño, presidenta de Só Elas: "Ahora no se entienden Las Pepitas sin la rondalla de mujeres"
Helga Patiño, con la colorida capa de la rondalla Só Elas, en el teatro Jofre | Emilio Cortizas

Quisieron hacerse un hueco y lo han conseguido con creces. Con las mismas capas que sus compañeros hombres, rondando en las calles y en los bares, cantándole a sus padrinos y transmitiendo la tradición ferrolana a las nuevas generaciones. Así cumple cinco años la rondalla Só Elas, una agrupación que ha supuesto un soplo de aire fresco indiscutible para la fiesta de Las Pepitas

 

Para celebrar este primer lustro se subirán de nuevo al escenario del teatro Jofre este miércoles 17 a las 18.00 horas —las entradas se pueden retirar gratuitamente en taquilla— y nombrarán allí a su padrino de honor, el actor ferrolano Javier Gutiérrez, que no dudó ni un segundo en aceptar la propuesta, como confirma la presidenta de la rondalla, Helga Patiño, quien repasa la trayectoria de estas 60 pioneras.

 

¿Cómo surgió la idea de formar una rondalla?

A finales de 2018, cuando yo regentaba aun el Café Sevilla y a mucha de la clientela le gustaban los cantos de taberna, así que hablaban de hacer grupos para ir a los bares a cantar y se me ocurrió que podían hacer una rondalla.

 

¿Habla en tercera persona?

Sí, yo me veía fuera, pero apoyando la iniciativa. Sin embargo, una vez que le gustó a todos, veía que nadie se ponía al frente y me dio pena, así que me decidí.

 

Se presentaron en abril del 2019 en el Jofre, ¿cómo fue la acogida?

Fantástica, nos sorprendimos mucho. Había mucha gente que nos apoyó a muerte.

 

Sin embargo, introducirse en este mundo no fue un camino de rosas, ¿no?

Hubo muchas espinas [ríe]. No fue fácil, había gente a la que le parecía una fantasía, humo; que íbamos a empezar hoy y a terminar mañana. Algunas rondallas tenían miedo a los cambios, alegaban que estábamos rompiendo con la tradición. Pero es que a nosotras nos gusta también la tradición de nuestra ciudad, y no lo entendían. Por ejemplo, una de las cosas por las que más luchamos fue por el tema de poder elegir un padrino y no una madrina...

 

Se puede decir entonces que han derribado muros...

Me siento muy orgullosa, me encanta que haya una rondalla de mujeres porque ya no se entienden Las Pepitas sin nosotras. Una de las finalidades era darle cobertura a la mujer y se la estamos dando. Por ejemplo, hay mujeres que aprendieron a tocar con nosotras y ahora están en otras agrupaciones. Antes, en tema vocal, no querían voces femeninas y ahora ha empezado una rondalla mixta... Lo nuestro fue la antesala de algo que tenía que suceder y estamos orgullosas de estos cambios.

 

¿Cómo se definirían?

Entendemos la rondalla como una forma de llevar alegría a las calles de Ferrol. A veces, Las Pepitas las institucionalizamos demasiado. Para mí, una rondalla no es ir al Jofre, no somos artistas profesionales. Esto es una fiesta popular y lo más bonito y que no se puede perder es la esencia que tuvieron siempre: vida y entusiasmo.

 

Pero ahora sí que les toca teatro...

Sí, nos apetecía celebrar los cinco años por todas las vicisitudes que tuvimos que pasar en este tiempo. Date cuenta de que, además de lo anterior, la pandemia nos dio de lleno y nos cogió justo al principio, con todo lo que se genera al empezar algo nuevo que requiere de mucha infraestructura: un nombre, un logo, estandarte, capas... un sinfín de cosas.

 

¿Y cómo se organizaron?

Lo de las capas fue Mari, una de las nuestras, que era patronista. Hizo el patrón y nos pusimos a coser como locas. El nombre se me ocurrió a mí, con un punto de reivindicación, y el logo es de Juanlu, que es un diseñador gráfico que aporta muchísima alegría. Nuestro primer padrino natural fue el pintor Jesús Balado, al que le encantaba venir con nosotras a cantar y era una persona pacífica y querido por todos. Después, vinieron el resto de padrinos, que nos han salido maravillosos.

 

Y ahora le toca a Javier Gutiérrez...

Quisimos, al hacer el quinto aniversario, buscar a alguien muy importante y creo que Javier lo es, además de muy querido en todo Ferrol. Dijo que sí rápidamente y después buscó un hueco para venir con nosotras. Le agradecemos mucho el esfuerzo de coger dos aviones para estar aquí dos horas, asistir a la gala y que podamos rondarlo un poco por las calles.

 

¿Qué objetivos tienen a corto plazo?

Creo que todas las rondallas tenemos que llevar la tradición a los colegios para divulgar y explicar lo que realmente son Las Pepitas, que los niños no lo saben y muchos adultos tampoco. Nosotras hace tres años que empezamos a visitar colegios, primero el San Xoán de Filgueira, y allí se disfrazaron, hicieron nuestra escarapela, prepararon una canción... Les explicamos el porqué de cada cosa, les mostramos los instrumentos... Intentamos despertar el gusanillo para que haya relevo.

 

¿Só Elas es más que una rondalla?

Somos 60 mujeres de todas las edades y sí, lo que hacemos va más allá de la música, socializamos. Hay componentes de más edad que se han quedado viudas, por ejemplo, y que toda su vida se han dedicado a sus hijos, a sus maridos, a sus suegros... Y llega un momento en el que están en tierra de nadie. Así que poder tener nuevas compañeras, tomarse café, ir de fiesta, aprender cosas nuevas... les viene bárbaro.

 

Después de haber pasado por el Museo de la Construcción Naval de la Fundación Exponav, la muestra fotográfica sobre los cinco años de historia de la rondalla Só Elas se puede visitar en el Café Sevilla. Se trata de imágenes tomadas por Urko Encaixes e Iris Producións.

Helga Patiño, presidenta de Só Elas: "Ahora no se entienden Las Pepitas sin la rondalla de mujeres"

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