Andan los ingleses con la mosca detrás de la oreja después de que Isabel II anulara buena parte de su agenda para las próximas dos semanas, coincidiendo con una visita al hospital. Al fin y al cabo, lo mismo hizo su marido y terminó falleciendo, así que, con sus 95 años, nadie está seguro de cuál es su estado real de salud. Eso sí, para despejar cualquier duda de que sigue fuerte como un roble, Buckingham ha difundido una fotografía en la que se le puede ver conduciendo uno de sus coches. Esperemos que no sea de archivo y la monarca esté bien de salud.