En la misma jornada en la que los usuarios que regresaban de A Coruña a Ferrol al mediodía se quejaban de que el bus sufría de nuevo retrasos y la duración del viaje era de hora y media y no directo, la Xunta anunciaba que se trabajaba en mejoras para adaptar el servicio a las necesidades de los viajeros del autobús.

La situación del servicio –largos recorridos, más personas que plazas y retrasos en los horarios–se hizo más patente con la vuelta a las aulas de los universitarios y la de los trabajadores a la presencialidad, tras el verano. Por eso, en las últimas semanas las quejas fueron continuas y ayer se plasmaron en una masiva concentración en la estación de autobuses de Ferrol, que contó con apoyos de los distintos sectores de la sociedad y que reunió a cerca de tres centenares de personas.

Aunque la plataforma de usuarios convocante centra su atención en el servicio que une las ciudades naval y herculina, no faltaron representantes de entidades vecinales como Caranza o A Graña y miembros de la comunidad educativa del IES de Fene o de otros puntos de la comarca, que dejaron de manifiesto la necesidad de mejorar el transporte público.

Las quejas de los sindicatos de estudiantes, de los viajeros, de las asociaciones de vecinos de Ferrol, grupos políticos como PSOE, BNG o FeC, sindicatos de trabajadores de Justicia y vecinos de la comarca quedaron de manifiesto también en la concentración de ayer, pese a que el acto fue silencioso y no hubo ni consignas ni lectura de manifiesto alguno. Solo las pancartas con lemas como “Por un transporte público digno” sirvieron para denunciar un grave empeoramiento que, apuntan los organizadores, se ha acrecentado desde el cambio de concesión el pasado mes de diciembre y que no facilita el uso del transporte público para acudir a centros educativos, trabajo y hacer uso de otros servicios elementales.

La convocatoria, efectuada por la plataforma de usuarios afectados por el transporte público, era conocida tanto por las administraciones locales como por la autonómica, que gestiona el transporte y es la encargada de las concesiones. Por eso, tanto desde los distintos Concellos como desde la Xunta se hicieron eco ayer de las actuaciones que están llevando a cabo para paliar la situación.

De este modo, el Concello ferrolano anunciaba ya el día anterior a la concentración que trasladaría a la Xunta las demandas, recogidas por la propia plataforma en una reunión previa con los responsables municipales.

También la Xunta aseguró que ya ha instado a la empresa concesionaria –la UTE Hércules Norte, de la que forma parte Monbus, a la que se dirigen muchas de las reclamaciones– a reforzar las líneas y, en este sentido, asegura que la última semana se han ampliado ya con una media de 125 plazas más al día entre semana y 244 los viernes, que se suman a las 3.700 ofertadas de modo regular. El viernes 24 se desdoblaron cinco servicios con un bus adicional en hora punta y los fines de semana se podrán reforzar en hasta 11 expediciones para evitar las masificaciones.

La Xunta reconoce que “as novas necesidades fan preciso un aumento da capacidade en expedicións directas por autoestrada nos horarios que concentran os desprazamentos por motivos laborais e dos estudantes”, por lo que asegura que mantendrá un seguimiento continuo de la prestación del servicio y de la demanda para requerir los refuerzos necesarios. Además, reclama a la concesionaria “que formule unha proposta de mellora dos servizos para satisfacer as solicitudes achegadas polos usuarios e institucións, dentro da marxe de flexibilidade que ten o contrato”.

Los participantes en la concentración criticaron que se hagan promesas una vez que se convocan actos de protesta y recuerdan que viajar a A Coruña desde Ferrol lleva el mismo tiempo que a Santiago, uno se pude quedar en tierra aun teniendo el billete o acumular retrasos. a determinadas horas.