El barrio de Canido recuperó ayer su mercadillo con una jornada de fiesta que incluyó música en la calle y también en el Centro Cívico. La plaza del Agua fue el centro de las transacciones, con medio centenar de puestos de artesanía, antigüedades o segunda mano, entre los que se encontraban también los de algunos vecinos. Se abrió a las once de la mañana y estuvo funcionando hasta las siete de la tarde.
Semente de Trasancos se encargó de animar las calles con una ruada pero también estuvieron en el Centro Cívico, desde las 12.30 horas, con una foliada y ofreciendo pinchos a precios populares.
Este mismo espacio ya se había estrenado con el “vermucito” del día anterior (el sábado), que incluyó la música en vivo de Mano Puesta y Deus.
La Asociación Vecinal colabora con estas actividades y, como indicaba su presidente, Roberto Taboada, en los días previos, esta agenda de actividades “case vai parecer pre-covid”.
En cualquier caso, el mercadillo y las demás propuestas se realizaron siguiendo los protocolos sanitarios vigentes.
Aunque las ferias pueden llevarse a cabo, con distintos condicionantes, desde hace meses, y así sucede con la de Ferrol o con los mercadillos en Recimil, la situación no había ayudado hasta el momento a que se reanudaran todos estos mercados al aire libre, que van cogiendo impulso.
Este sábado echaba a andar de nuevo el Feirón de Pontedeume, que no se celebraba desde marzo del año pasado.