YA se sabe que los asuntos de los derechos de autor son complicados, casi, casi como un conflicto de lindes. Por ejemplo, si este verano le da a la París de Noia o a la Panorama por recorrer Galicia cantando “Amodiño” igual llega Luis Fonsi y les pide una indemnización millonaria por chulearle “Despacito”. Lo mismo le puede ocurrir al exjuez y virtuoso de la gaita y la zanfoña Luís Villares. Valdano, que no es precisamente el mudo de los siete enanitos, proclamó en una de sus homilías que “el fútbol es un estado de ánimo” –así hay la depresión que hay en Riazor– y el voceiro de En Marea, originariamente un espacio multicultural hispano-galaico y ahora sabe Dios qué, asegura ahora que “Galicia es un estado de ánimo”. Veremos qué ocurre con los derechos de autor. FOTO: villares aplaude un día que debía estar animado | aec