GASTÓN es todo un emblema de la Casa de los Peces. Ya lleva doce años empadronado en el acuario coruñés, al que llegó del de Brest, y donde tras un período de adaptación –no es lo mismo vivir en Bretaña que en Galicia– convive con moreas de peixes de otras especies en la sala Nautilus. Pese a su condición de tiburón toro, siempre había sido condescendiente con sus congéneres, pero el martes le dio un aire y se zampó un pargo de nueve kilos. Anda que si la oposición pide explicaciones a la Marea, nasía pa’ganá, en el pleno sobre la fame que pasan algunos habitantes de la ciudad. FOTO: el tiburón gastón | aec