CARMEn Santos, la vicaria de Pablo Iglesias na terra, mira de esguello –mala señal–, pese a lo cual presume de que los círculos concéntricos enxebres se caracterizan por sus relaciones fraternales. Tan fraternales son esas relaciones que la diputada Ángela Rodríguez, alias Pam, cuando se refiere a ella le llama “la puta coja”. Tal vez por eso Santos disfrute tanto desplegando las artes purgantes, a las que ahora ha incorporado una nueva manera de exteriorizarlas: el DNI en la boca. Resulta que en otros tiempos –¡qué lejos quedan!– le dio a un feixe de galaicos por apuntarse en el censo morado y se juntaron hasta 22.000 inscritos. Pero entre la crisis demográfica que sufre Galicia y el creciente desinterés general por el partido permanecen activos cuatro gatos, que deberán pasar por las sede podemitas, identificarse con su carné de identidad y a cambio recibirán la acreditación de militantes guays. El gasto para expedir la documentación no va a ser muy alto. FOTO: carmen santos, un tanto ojiplática | aec