Otro de los grandes perjudicados colaterales de la derrota de Donald Trump es Boris Johnson. El premier británico contaba con mantener unas relaciones privilegiadas con Estados Unidos y, con ello, evitar las presiones de Europa en su salida de la UE. Sin embargo, con el cambio de inquilino de la Casa Blanca, todo parece indicar que Johnson va a tener que aceptar sentarse a negociar con la UE la relación que su país pasará a tener con la Unión, una vez que el Brexit sea ya una realidad. El camino no es fácil, como lo demuestran los sucesivos desencuentros, pero su posición es ahora un poco más débil FOTO: Boris johnson | aec