entre las tradiciones de la Nochevieja, junto al atragantamiento con la amalgama de uvas y la ropa interior roja, se ha colado el vestido de Cristina Pedroche. Da igual que uno siga la retransmisión de las campanadas en otra cadena, quiera o no se encontrará con un bombardeo de imágenes del atuendo de la presentadora. Este año la expectación pasaba por saber cuánta tela tendría la prenda y, para sorpresa de muchos, la Pedroche iba tapada de arriba abajo, con una suerte de homenaje a la Afrodita de Mazinger Z, C-3PO, la estatuilla de los Oscar e Isabel la Católica. Objetivo conseguido: todo el mundo habla de ella un año más. FOTO: pedroche, indescriptible | instagram