MIRA que es difícil triunfar en Vigo siendo turco –con “c”, eh, que si es con “k” (de Koruña) ya es imposible–. Antonio Mohamed, aunque solo lo era de alcume, duró cuatro días en el banquillo de Balaídos. Emre Mor, que lo es de cuna, lleva una temporada y media intentándolo y no hay manera; aunque también es verdad que mucho no se esfuerza. Ya ha estado tres veces apartado de la plantilla por indisciplina y la afición está indignada, pero a él le da igual. Uno de sus últimos mensajes en las redes sociales lo confirma: “Queridos odiadores: tengo mucho más para que os enfadéis. Sed pacientes”. Valor, desde luego, no le falta. FOTO: emre mor | instagram