ya es oficial. Los turistas de borrachera ya no son bienvenidos en las islas Baleares. Los que durante años llenaron cajas registradoras de bares y discotecas y dejaron sin habitaciones libres los hoteles de costa tendrán que buscarse un nuevo destino. Se ve que el gasto en limpieza y arreglo de la piscina cada vez que uno de esos alegres muchachos se entregaba al balconing con poco acierto no compensa. Y mejor regresar al turismo tradicional. Alemanes e ingleses con ganas de disfrutar de una jubilación al sol ya pueden respirar tranquilos, vuelven a ser los amos y señores. FOTO: esta publicidad ya no se verá en baleares | aec