cuando se aproximaban las elecciones autonómicas gallegas y vascas, Inés Arrimadas se empeñó en negociar para concurrir en coalición con el PP. En el País Vasco fue así (con un resultado más que discreto), en Galicia, Feijóo se negó en redondo sabiendo que él solito se las bastaba para recuncar en San Caetano. Ahora, llegan las catalanas, pero aquí las tornas cambian. Es Arrimadas la política a batir, ya que Ciudadanos fue la formación más votada en los últimos comicios y es el PP el que parece que aspiraba a subir algo en su representación a costa de fusionar siglas. Sin embargo, la lideresa de los naranjas dice que nones, que Cs va solo y aspira a lograr unos buenos resultados. Veremos si no se termina arrepintiendo de esta estrategia. FOTO: arrimadas y casado, en otra negociación | aec