La capacidad humana es increíble. Tras el anuncio de Pfizer y su mágica vacuna obtenida por un novedoso sistema llega ahora el de Moderna. La farmacéutica ha logrado un fármaco con una efectividad de casi el 95% (superior a la de su rival) y que no tiene los problemas logísticos que la vacuna de Pfizer, que tiene que estar almacenada a una temperatura que ronda los 80 grados bajo cero. Sin embargo, la aparición de estos fármacos, lo que pone de relieve, es que la capacidad de los científicos no tiene límite, y que a cada reto que la naturaleza nos pone, cuando se les deja trabajar, son capaz de encontrarle un remedio. La única moraleja triste de esta historia es que, de nuevo, Europa (y por supuesto España) demuestra que están muy lejos de liderar esta creatividad. FOTO: Oficinas de Moderna en Cambridge | efe