BERNARDINO Lombao, nacido en Ribas de Sil en 1938, lleva ya un feixe de anos en la diáspora. Lógico, pues cuando era un chaval pensar en dedicarse al atletismo en un pueblo de Lugo era una tolería. Por la capital del reino le fue muy bien en el atletismo y en el balonmano. Un vez retirado empezó a ejercer como entrenador y llegó a ser el personal trainer de Aznar, de quien hizo una máquina casi olímpica –“corre a diario de 10 a 12 kilómetros”–. En cambio, a Pedro “La sonrisa” Sánchez lo ve como un desastre: “La falta talento porque no lo ha utilizado nunca”. Tras tantos años lejos de Galicia le va más el estilo directo castellano que la retranca. FOTO: bernardino lombao | aec