UNA cosa es una huelga de la basura y otra una basura de huelga. A Coruña está abocada a una huelga de la basura, que la Marea, nasía pa’ganá, siempre tan cercana a los problemas de os ciudadanos, considera una basura de huelga. Los trabajadores de Cespa se han cansado de limpiar zonas privadas y se han plantado. Para ser justos hay que reconocer que no toda la culpa es de Xulio Ferreiro, el Varoufakis de A Gaiteira, y la concejala de Bienestar Vegetal, María García, biotopo pata negra; el problema viene heredado de gobiernos anteriores, el de Negreira, el bipartito, incluso los de Paco Vázquez, el coruñesismo hecho hombre, pero para seguir siendo justos hay que reconocer también que el alcalde y la edil no han hecho nada por parar la protesta. Es verdad que no es la primera vez que se evita una huelga del servicio de limpieza en el último momento, pero el pacto se lograba cuando había diálogo y personas dispuestas a dialogar, que es precisamente de lo que carece la xente do común. Y con su aversión a todo lo que tenga que ver con la religión tampoco parece fácil que se produzca un milagro. Así que la folga se antoja inevitable. FOTO: el alcalde y la concejala maría garcía | aec