ni en sus sueños más felices se imaginaba Pedro Sánchez unos resultados como los que obtuvo en las elecciones de ayer. Es cierto que todavía habrá que sachar mucho monte para conseguir formar un Gobierno estable, pero la realidad es que los españoles le han pedido en las urnas, con sus votos, que lo intente y que, además, lo haga con fuerza. Habrá que ver ahora lo que hará Albert Rivera. La suma de Ciudadanos y el PSOE alcanza con margen la mayoría absoluta. Desde luego, para muchos, ese sería el mal menor. Tal vez, desde las primeras horas de la tarde noche de ayer, el líder de Ciudadanos habrá comenzado a arrepentirse de arremeter como lo hizo contra el cabeza de lista socialista. Si España, tal y como reiteró Rivera a lo largo de la campaña, es lo único importante, tiene que, por lo menos, explorar el camino que le llevaría a formar un Gobierno de coalición con Sánchez. FOTO: simpatizantes socialistas, concentrados en Ferraz | EFE/Javier López