CUANDO una persona ve doble, lo primero que se piensa sobre ella es que está peneque. Si después confiesa que le duele la cabeza, está claro: la borrachera ha llegado a la fase de la resaca. Ojala fuese eso lo que le ocurre a Suttton Dryfhout, una residente en Chicago de 21 años. Lo suyo es mucho peor. Tenía un quiste en el ojo izquierdo, entró en el quirófano para que se lo quitasen, pero el oftalmólogo Benjamin Ticho la operó del ojo derecho y cuando se dio cuenta del error le intervino el otro sin anestesia y la paciente acabó llorando lágrimas de sangre. Si le dan el bisturí a ella sabe Dios lo que le corta a él. FOTO: un cirujano explica una operación ocular | aec