FERNANDO Torres es deportivista por vía paterna. Sus veraneos, cuando era un niño –que no “El Niño”– en Cee, el pueblo de su padre, un gallego de la diáspora, contaban entre sus fechas mágicas asistir el Terresa Herrera, que por entonces aún era un torneo de verdad. Un año tras otro disfrutando de esos partidos le hizo empezar a sentir algo por los colores blanco y azul. Ahora que ha anunciado que dejará el equipo japonés donde jugaba, quizá sea el momento ideal para tocarle la fibra sensible e intentar convencerlo para que firme con el Deportivo. Conseguirlo es poco menos que imposible, pero si cuela, ¡menudo fichaje! FOTO: fernando torres | aec