Bardem también puede ser un hombre normal

JAVIER Bardem es un poco borrego, pero se siente feliz. Pertenece al rebaño de los pijos, millonarios y rojísimos que viven un par de palmos por encima de los humanos. Él mismo lo proclama: “En España a la gente solo le interesa el fútbol. Cuando dicen que eres artista, te miran como si hubieses echo algo malo”. Vamos, que disfruta más con una película de arte y ensayo que con un Depor-Celta. Pero también tiene cosas de persona normal, al menos eso develó su mujer, Penélope Cruz, quien confesó recientemente que guarda en la mesilla un tenedor –¿será de plata, no?– para pincharle cuando ronca. No obstante, cuando tiene razón, tiene razón y así hay que reconocerlo. Cuando tuvo que entregar un premio en la gala de los Oscar menos reivindicativa en años para aprovechó para demostrarlo: “No hay muros que frenen el talento”. Trump, que tiene más de cabestro que de borrego, a lo mejor no se dio por aludido, pero iba por él. FOTO: javier bardem, en la gala de los oscar | efe