SI a uno le hablan de Frank Cuesta es fácil que no sepa a quien se refieren, pero si lo hacen de Frank de la Jungla no tiene duda, de ese Rodríguez de la Fuente 3.0, en cuyo programa se dicen más tacos que en el vestuario de un equipo de fútbol. A Frank le gustan todos los bichos, pero especialmente las serpes –¿le habrán hecho alguna cobra como la de Bisbal a Chenoa?–. El caso es que precisamente una cobra le pegó un bocado que debería haberlo mandado al otro mundo –anda que si se reencarna en culebra–, pero le administraron un antídoto casi experimental y está como nuevo. Tendrá que reencarnarse en conejillo de Indias. FOTO: señales de la mordedura de la cobra | twitter