PEP Guardiola, independentista catalán que en la intimidad familiar se hace llamar José, como si fuese un nacionalista español, es un tipo que impresiona. Impresiona por su aparato excretor, ya que, al parecer, orina colonia; impresiona por el buen fútbol que practican sus equipos e impresiona por su capacidad para ver el futuro. Unas horas antes de que Zidane se pirase, le cayó una babilla blanca, como de merengue: “Hay que quitarse el sombrero con lo que ha hecho el Madrid”. O Florentino lo contrata para la próxima temporada o lo nombran seleccionador de Tabarnia. El futuro lo tiene asegurado. FOTO: guardiola, number one | aec