La OCDE ha hecho un estudio para conocer cuánto tiempo se dedica de media en cada país a comer. Pocas sorpresas: franceses, italianos y españoles somos los que más nos recreamos en las comidas, más de dos horas. Es lo que pasa cuando más que la cobertura de una necesidad física sentarse a un mesa y degustar los platos es un acto social y casi una religión. O al menos eso eran antes del teletrabajo, lo de llevarte el tenedor a la boca con un mano y responder un correo electrónico con la otra le quita a la comida todo lo que tiene de disfrute. Otra cosa que nos ha quitado el virus. FOTO: un grupo de turistas, en un restaurante de madrid | efe