Las ventajas de las clases pudientes

Las ventajas de las clases pudientes

no hay como pisar moqueta para darse cuenta de lo confortable que es eso de tener el suelo enlanado. Y, hay que reconocer, las alfombras del Congreso son de esas muy gordas. Por ello, es hasta normal que Irene Montero se haya acostumbrado a determinados servicios a los que no está dispuesta a renunciar. Un juez determinará si tiene razón ella o la escolta que la ha denunciado por despido improcedente y que en su querella recoge un comportamiento muy poco proletario. A la mujer  la usaba para ir a comprar la comida de los perros y hasta para que le calentara el coche antes de que ella subiera. Ya se sabe, en Galapagar hace mucho frío. FOTO: Irene montero, circunspecta | aec

Las ventajas de las clases pudientes

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