A José Clemente López Orozco la vida lo llevó por el camino de la política y llegó a alcalde de Lugo. Si lo hubiese llevado por el de la religión, habría acabado como alcalde de Mondoñedo, porque su encaste es de príncipe de la Iglesia. Entre José Ramón “O Garañón” Gómez Besteiro, el Beneguai y los jueces lo retiraron de la política y él sobrellevó esa postergación con resignación cristiAna, sufriéndola en silencio, sin quejarse en público. Pero ha descubierto el púlpito de Twitter y ha empezado a lanzar pullitas envenenadas tras ser desimputado en el caso “O Garañón”. Su venganza puede ser infernal. Dios nos coja confesados. FOTO: lópez orozo | aig