Putin ya tiene el permiso de los rusos para convertirse en una especie de zar moderno y mantenerse en el poder, si él quiere, hasta los 84 años. Podrá presentarse a las elecciones en dos ocasiones más y gobernar hasta 2036. Y mucho tendrían que cambiar las cosas para que no ganase en caso de aspirar a la reelección. De perpetuarse en el poder superaría a Catalina la Grande, que reinó durante 34 años, e igualaría al príncipe Vladimir –curiosa coincidencia–, que unificó y cristianizó el reino precursor del actual Estado ruso. Pasan los siglos, pero los valores de los dirigentes se mantienen. FOTO: vladimir putin, votando | efe