Cuando el BNG negoció su apoyo a la investidura de Pedro Sánchez, Néstor Rego se vanaglorió de que por fin la axenda galega entraba en los planes del Gobierno. Lo que no sabía el pobre Rego es que, a estas alturas, Sánchez y los suyos ya han enterrado esa agenda bajo un montón que seguro que les parecen más prioritarias, como la catalana, la vasca y hasta la valenciana. Por supuesto que, a estas alturas y tras unos cuantos Consejos de Ministros, nada sabemos del traspaso de la AP-9. Tampoco hay noticias y ni se esperan sobre el pago del IVA que adeudan a nuestra comunidad. Pero, incluso parece más grave que los ministros sigan manteniendo en el cajón de los asuntos pendientes la aprobación del estatuto para las empresas electrointensivas. Estaba como una de las prioridades del Bloque, y mientras se suben salarios mínimos o pensiones, sueldos a funcionarios y hasta los emolumentos de sus señorías, un sector industrial para Galicia (de los pocos que nos quedan) se ve abocado a la incertidumbre o, lo que parece mucho más grave, al cierre. Lo dicho, que menos mal que el Bloque iba a ser crucial para la gobernabilidad. FOTO: Adriana Lastra y Ana Pontón sostienen encantadas el acuerdo entre el PSOE y el BNG para investir a Sánchez | aec