Astillero 4.0 Ferrol

Lo de Navantia es muy preocupante. Tuvimos a un ministro de defensa del PP (Pedro Morenés) que retrasó dos años el trámite de las nuevas fragatas, por su empeño en substituir el misil empleado por la Armada por otro, casualmente producido por la multinacional (MBDA) para la que trabajaba. En los últimos cuatro años y medio, no sólo se han sucedido cuatro presidencias de la empresa en Madrid y otras tantas en la dirección del astillero ferrolano, sino que se ha duplicado el staff directivo con personas no ligadas al sector naval.


El resultado son continuos bandazos que generan inquietud sobre la ejecución del plan industrial pactado con los sindicatos en 2018, porque Navantia necesita invertir 400 millones de euros en el astillero ferrolano para que sea competitivo en el futuro, más allá del compromiso para construir la Clase F-110. Nos va en ello la supervivencia del Ferrol que hoy conocemos.

Astillero 4.0 Ferrol

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