A ver si esta vez es la buena y Xabi Alonso no tiene que volver a los juzgados por un presunto delito fiscal del que ya ha sido absuelto en dos ocasiones. Una cosa es que Hacienda y la Abogacía del Estado sean vehementes en su búsqueda de irregularidades y otra que insistan en darse repetidamente contra una pared. Con tanto empeño que hasta parece que tienen un interés personal. Vale que una condena a un exfutbolista vende más que una a un contribuyente desconocido, pero seguro que a poco que busquen hay casos más flagrantes a los que dedicarse.