SEIS años de espera para cobrar una factura hartan a cualquiera. Por ejemplo, al propietario de un restaurante de Lugo que ha llevado a juicio a un matrimonio que después de ese tiempo aún no le pagó la fiesta de la comunión de su hija. La niña ya debe de estar casi en edad de casarse, así que si los padres son hábiles y contratan allí el convite de boda, a lo mejor hasta consiguen que no les cobren intereses por la demora en el pago de la celebración infantil.