Otra promesa que nunca se cumplirá

PALABRA de Dios, te alabamos, Señor. Palabra de Xulio Ferreiro, el Varoufakis de A Gaiteira, sabemos que se la lleva el viento. Pero ni siquiera hace falta el viento de un temporal del invierno, de los que ponen a volar las (des)cubiertas de Riazor; una brisilla como la de estos días, casi de verano–la brisilla, no los días, que ya son casi de otoño– es suficiente para que una promesa vuele. Así ha ocurrido con la que el alcalde había formalizado con relación al hotel Atlántico y que incluso estaba recogida en su programa electoral: el inmueble se dedicaría a residencia universitaria y a viviendas sociales. Pues ya no; el hotel seguirá siendo hotel después de que concluya la actual concesión. Ya nadie se sorprende en A Coruña de que el Gobierno local incumpla la palabra dada, pero sí de que sea capaz faltar a ella tantas veces... y lo que te rondaré, morena, porque aún faltan casi dos años hasta las elecciones municipales. A lo mejor los mareantes aún acaban apareciendo en el Libro Guiness de los Récords. FOTO: el alcalde toca las palmas | aec

Otra promesa que nunca se cumplirá

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