Ya sabemos que los españoles son muchos y que los catalanes hacen cosas. Parece un diálogo del club de la comedia con poca gracia. Pero es que esto, y lo de España va bien o lo de aquí no hubo recortes, del que fue colega de Rato y puso el dedo para dejar paso a Rajoy, autor de las primeras frases y otras similares donde nos pinta un país de las mil maravillas, es ya insoportable. Insufrible.
Te dice que la justicia es igual para todos y la Unión Europea nos coloca en el puesto veinticinco de los veintiocho países de la UE, y eso antes de enterarse que la Ciudad de la Justicia de Esperanza Aguirre costó cientos de millones y está más parada que la Ciudad de la Cultura de Fraga…
Nos dicen que estamos saliendo de la crisis y resulta que hay trece millones de españoles en el umbral de la pobreza. Que hay una nueva clase de trabajadores-esclavos, que no pueden vivir con el salario que facilitó la política del PP con su reforma laboral. Te dicen las ONG que cuidan, aquí no en Burundi, que acuden a sus comedores o tiendas solidarias más compatriotas que nunca. Un 28% más desde que nos ilumina Mariano y su equipo…
Pero es que además, durante todo ese tiempo, se restó dinero para mejorar las infraestructuras, ¡no hay más que circular por autopistas y carreteras!, y, en general, degenerar el nivel de vida de la ciudadanía mientras las grandes empresas (¿Qué me dicen de los beneficios de las eléctricas frente a los que padecieron –y algunos perdieron la vida– pobreza energética?).
Tenemos que uno de cada tres contratos suscritos dura menos de treinta días. Y aún te dicen que aquí no hubo recortes. ¡Pero si las propias cifras oficiales demuestran que en Educación, Sanidad y Servicios Sociales, los presupuestos del estado metieron un tajo de entre el 25 y 35 por ciento…!
También recortaron libertades y fueron apartando del camino de la democracia a miles y miles de españoles. Un reportaje de “El País”, titulado “la pobreza hiere la democracia”, lo ilustra con un ejemplo: en un asentamiento, a diez kilómetros de la Puerta del Sol de Madrid, una pintada afirma “fuck patria” y es que muchos piensan que la exclusión social les apartó de lo que un día les prometieron. Dos Españas. Las de ellos y la de esos españoles que cita Mariano y que, claro que sí, son muchos.