Hace algunos meses, durante la celebración de las “XV Jornadas Internacionales de Patrimonio Industrial” de “INCUNA 2013” celebradas en Gijón, los miembros que compusieron en su día la comisión que se encargó de la restauración y musealización del submarino Peral, contactaron con MiljenkoSmokvina, fundador y Presidente de la asociación “PRO TORPEDO Rijeka” (Croacia), la primera entidad que para la preservación del patrimonio industrial existe en el país balcánico.
El caso es que durante aquella entrevista,el Sr. Smokvinales invitaría a asistir a la “VII Conferencia Internacional sobre Patrimonio Industrial en Rijeka” que ha tenido lugar entre el 18 y 22 de mayo.
¿El motivo? Pues que precisamente el submarino ideado por el celebérrimo marino fue el primero de la historia que lanzo un torpedo tipo “Whitehead”.
Y allá que fueron nuestros protagonistas a “hacer patria” y a promocionar la ardua tarea que representó la recuperación del “Peral”.
¿El resultado? Todo un éxito, pues al finalizar las ponencias en las que intervinieron ante más de 150 congresistas de todo el mundo, todos mostraron su admiración con los trabajos de restauración llevados a cabo en el submarino. ¿Cuánto le ha costado esto a España o a la Armada? Ni un duro, bueno, mejor dicho, ni un euro, pues se lo han pagado todo de su bolsillo.
Su gesto desinteresado creemos que no debe pasar desapercibido, y al menos desde esta modesta columna vamos a citar a los que han dejadoel pabellón de España como se merece; en lo más alto. Son el arquitecto José Manuel Chacón, el alférez de navío Diego Quevedo Carmona y el investigador Juan Ignacio Chacón.
Y puestos que estamos a recordar, informar, a los que no lo saben, que estos días nos han dejado dos marinos de excepción, a los que unía su amor por la historia naval. Me refiero al capitán de navío Pedro Giner y al coronel de intendencia Jorge Juan Guillén.
Al primero siempre le recordaré por su diligencia y buen sentido del humor durante el tiempo que estuvo en el Instituto de Historia y Cultura Naval, y al segundo, por ser “el culpable” de que hoy, por ejemplo, escriba estos párrafos. Descansen en paz.