Antes de firmar la mia a Melchor, Gaspar y Baltasar me puse a repasar la que me envió el Rey a mi y que fue tan difundida, analizada, celebrada, criticada y “twiteada”. Bueno a mi y a todos ustedes…
Y estaba en esas, leyéndola, analizándola, cuando recordé aquello de “la verdad es la verdad dígala Agamenón o su porquero..”, un asunto que a mi, personalmente, me tenía muy preocupado.
Vale. Agamenón era el hijo del Rey Ateo y se hizo con el reino de su papá para luego, manda carafio, según Eraclio acabar asesinado en el baño…
Y como los analistas más avezados dicen eso de que “ el Rey, tal como manda el protocolo, nos cuenta el cuento ese navideño, pues el discurso pasa por Moncloa (en este caso ¿también por Génova?) no sabemos nunca si lo dicho es “palabrita de Rey” o si en realidad es lo que piensan Mariano y Arriola o ¡joe, joé, joé! lo recomienda el nuevo portavoz, y favorito de Mariano, el señor Hernando condenado por injurias…
Y es que no es lo mismo lo que diga uno que otro aunque se empeñen en endilgarnos lo del porquero…¿o si?. Se dice que la palabra del Rey no es una palabra libre, sino reglada.
Buerno pues en el discurso real nos dijo que “la lucha contra el paro debe continuar siendo NUESTRA principal prioridad y debemos proteger, a los más favorecidos y si , como dice uno de sus periodistas de cámara, la Corona es independiente de partidismos, y los partidos se tienen que sentir cómodos con la institución, cuando habla de corrupción se refiere a los marcianos? ¿Cuándo dice que la gente recupere la confianza en las instituciones, habla de la Federación de Fútbol o de política? Y cuándo pide que se preserve el Estado de Bienestar es que nota, como yo, que peligra con estos señores que nos mandan o es un mensaje a la Organización Mundial de la Salud ?
Pues con todo este lío ¿Qué le pido yo a los Reyes? ¿Me leerán ellos la carta o lo hara un paje?. Y, sobre todo, donde la escrito ¿aquí, en la cocina, mientras tomo la sopa o en un cuarto de estar simulado como hizo Felipe VI?Y, si es así, ¿donde encuentro un nacimiento de cinco piezas y un sofá de cuatro?
Le preguntaré a Cospedal, famosa por sus contratos simulados. ¿Vale?