LOS Le Pen, que ya van por la segunda generación de aspirantes a que Francia tenga un presidente facha, depositaron sus esperanzas para las últimas elecciones en Marine. Ella, como corresponde a una jefa del Frente Nacional, disfruta de una capacidad especial para desbarrar, de la que dio muestras con afirmaciones disparatadas durante toda la campaña. Al final, se la zampó Macron y se quedó con tantas ganas de ser presidenta como en su día su padre de ser presidente. Desde entonces una y otro andan a palo limpio y ella reniega con tanta rotundidad de los hombres que han alcanzado una edad más que respetable –Jean Marie ya anda por los 90 años– que ha elegido como candidato para las europeas a Jordan Bardella, que solo tiene 23. Vamos, que es un toy boy. Eso se llama trabajar la cantera.