Así, por anticipado, pretenden cobrar la tasa de saneamiento en el Concello de Ferrol, por un servicio que todavía no se presta a la mayoría de los ciudadanos y que, además, tardará en prestarse. Cobrar por lo que no se da o no se hace no parece muy correcto desde el punto de vista jurídico, ni desde el punto de vista político, ni siquiera desde el punto de vista meramente de mercado. Sencillamente no es razonable imponer una tasa antes de que el servicio esté plenamente operativo y dudosamente legal, porque el hecho imposible de la tasa no existe básicamente. Además, desde el Concello ni tan siquiera se han planteado financiar el coste del servicio con cargo a los presupuestos sin necesidad de establecer una tasa adicional, porque, en esencia, es más fácil y sencillo rascar el bolsillo de los ciudadanos. De este modo, el servicio de agua en Ferrol, con dos cargas separadas, por consumo y por saneamiento, se convertirá en uno de las más caros del Estado.