el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, pidió al Gobierno que “cumpla” con Euskadi y haga efectivas las inversiones comprometidas y las transferencias pendientes y le ha advertido de que “el tiempo pasa y la paciencia se agota”. Y con él seguro que el resto de españoles también tienen muchas ganas de que comiencen esas inversiones en el País Vasco. Solo de ese modo se pondrá de manifiesto el peaje que Pedro Sánchez ha pagado por ocupar La Moncloa con una moción de censura que, de entrada, casi nadie se creía que podía llegar a prosperar. Y no solo con el PNV. También falta saber todos y cada uno de los pactos que Sánchez suscribió para que la unanimidad del arco parlamentario ajeno al PP y Ciudadanos se pusieran de acuerdo para respaldarlo. El problema que tiene el presidente es que una cosa es prometer y otra muy diferente cumplir, sobre todo cuando te tumban ese disparatado techo de gasto al que aspirabas.