MÁQUINAS

Con ocasión de la celebración del “Día de la mujer trabajadora”, el Presidente Rajoy se reunió con un grupo de mujeres emprendedoras afines, a las que les regaló el siguiente mensaje: “Hay que hacer máquinas que nos permitan hacer nuevas máquinas, porque una máquina no puede hacer máquinas”. 
Toda una declaración. Luego disertó sobre la importancia que tiene la máquina para el hombre. Me imagino que, después de ésta reflexión, aquellas mujeres afines habrán aplaudido a rabiar, sin darse cuenta que la máquina, siendo un instrumento para hacer más fácil el trabajo, también lo es para evitar empleos lo cuál merma la capacidad de supervivencia de las familias, y cuyas consecuencias son determinantes en la ocupación, también en la femenina. 
Es decir, se compiten entre sí (Una máquina puede hacer la función de docenas de operarios).
No estoy en contra de la máquina; desde la invención de la palanca la considero una necesidad. Pero estoy en contra de que la máquina represente un peligro para la ocupación de la clase trabajadora en lugar de ser una aliada. La investigación en I+D+I, suele ser asumida por los organismos públicos, con recursos públicos, cuyos resultados son puestos en bandeja para que intereses particulares se apropien de ella, a precio de saldo.
Los fondos públicos utilizados provienen, en una mayor medida, de impuestos sobre el trabajo. Los empleados son fiscalizados al 100% a través de sus nóminas. Los autónomos, a través de las facturas; ¿y las grandes corporaciones? ¡Ay amigo! Esas tienen recursos para burlar los controles del Estado. Evaden impuestos por valor de 79.000 millones euros anuales sin que ningún gobierno haya elaborado medidas tendentes a su eliminación. Y aquellas que no evaden, se constituyen en SICAV con una fiscalidad súper reducida al 1%, amparada por políticas ultraliberales de los distintos gobiernos. 
No olvidemos que un autónomo llega a pagar hasta el 46% de sus beneficios, no bajando del 19%, según cuantía. Así que, ¿de dónde creen que provienen los recursos mayoritarios para la investigación en I+D+I?
Con éste mensaje quiero llegar a la conclusión de que la máquina debe ser un bien social, que permita a la especie humana ser más feliz, aprovechando los beneficios que resulten de su explotación, y evitando que sea una competencia para el empleo, cambiándola por mayor comodidad del empleado.
Se que habrá gente que se parará en ejemplos cortoplacistas para criticar éste comentario. 
Yo lo que estoy hablando es de socializar los bienes de producción; que todos los disfrutemos sin distinción de capacidad económica o de procedencia. 
Pero cuando se habla de “socializar”, saltan todas las alarmas en las clases privilegiadas de la sociedad, aquellas que no entienden de socialización más que cuando hay que “socializar”, ahora sí, las pérdidas, nunca los beneficios. Bankia, Autopistas, Caixa Galicia, Caja del Mediterráneo, etc. etc., son ejemplos que lo demuestran.

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