La decisión del TAS confirmando la sanción impuesta al equipo olímpico ruso por la Federación Internacional de Atletismo impidiéndoles acudir a los JJOO de Rio resulta absolutamente desproporcionada e injusta. Que se haya detectado una red auspiciada desde el gobierno de Rusia para favorecer el dopaje de sus deportistas no significa que todos los deportistas rusos sean unos tramposos. Sería como si alguien dijese que todos los alemanes en 1939 eran nazis o todos los políticos españoles de la actualidad corruptos o todos los policías americanos unos racistas. El análisis caso por caso era lo que cabía esperar y tenía algún sentido. No me extraña la agria reacción de Isinbayeva, una atleta ejemplar y número uno en su especialidad durante años que nos ha brindado a todos los amantes del deporte momentos inolvidables. Dejar fuera de los juegos a gente como ella dice muy poco de la justicia deportiva actual.