El jueves pasado el INE publicó la EPA del cuarto trimestre de 2017 y ya, por tanto, conocimos la evolución del empleo en todo el año. Y, además de constatar que un año más, y van cuatro, el ritmo de creación de empleo es positivo, hay otros datos esperanzadores y dan un vuelco a la situación de hace apenas cinco-seis años. Ya hay prácticamente 19 millones de ocupados por lo que la previsión de lograr que en 2020 haya 20 millones parece cada día más posible. En los últimos cuatro años se han logrado recuperar dos millones largos de puestos de trabajo, pero aún quedan más de 3,7 millones de trabajadores que están en paro. Hay que recordar que España llegó a tener casi 6 millones de parados y que la tasa de desempleo sobre la población activa superó el 26%. Ahora está algo por encima del 16%.
Estas son las grandes cifras, pero están las que se ven menos. Por ejemplo, la cuantiosa reducción de las familias con todos los miembros en paro; el desempleo juvenil, de los menores de 25 años, cuya tasa de paro ha caído 5,4 puntos respecto al año anterior, pero cerca de 20 respecto a lo peor de la crisis. Otro dato revelador es que el trabajo a tiempo completo se ha incrementado en más de 500.000 personas, mientras que el trabajo a tiempo parcial cayó en cerca de 28.000. De hecho, ya se ha recuperado el empleo indefinido que se destruyó con la crisis y que superaba el millón de personas. Y un 46% del empleo temporal. Además, hay ya más mujeres trabajando que nunca. De hecho, en el último trimestre, el empleo de las mujeres aumenta en 30.400 mientras que disminuye en más de 81.000 en los hombres. En los últimos doce meses, de los casi 500.000 empleos creados, la diferencia entre hombres y mujeres es de unos 40.000 a favor de los hombres. Además, la brecha salarial está en mínimos históricos y aunque hay legislación suficiente para que se acabe con las diferencias, la ministra Báñez llevará nuevas actuaciones a la mesa de diálogo con los agentes sociales.
Se puede seguir poniendo en solfa el estado del mercado laboral, seguir pidiendo de forma irresponsable la derogación de la reforma laboral o añadir nuevos elementos para confundir. Pero, los datos son tozudos y se empeñan en ser positivos, porque se están haciendo las cosas bien. También por parte de trabajadores y empresarios. Y, además, lo van a seguir siendo porque la economía y la confianza siguen creciendo. No hagamos estupideces.