El Ibex 35 se dio la semana pasada una alegría. No cabe duda de que después de tantos días amargos una subida del 5,5 por ciento sentó muy bien. Fueron siete jornadas seguidas de alzas, la mejor semana desde principios de año, lo que redujo considerablemente las pérdidas anuales. No es por poner pegas, pero el asunto, más bien la pregunta del millón, es si será capaz el selectivo español de mantener estos niveles, superarlos o continuar con la volatilidad de días atrás hasta que se respire el BCE, cuya reunión será el próximo jueves, o tengamos más datos tranquilizadores o no de España y de fuera de España.
Sorprende, sin embargo, que en medio de tanta incertidumbre, empresarios del tamaño del mexicano Carlos Slim se atrevan a cerrar operaciones como la OPA lanzada el viernes sobre el cien por cien del capital de la constructora FCC a 7,6 euros, lo que supone ofrecer una prima del 15 por ciento sobre el precio de cierre del viernes.
Parece, según los analistas bursátiles, que el Ibex ha conseguido superar resistencias y que quizás haya hecho suelo. Es decir que la semana que empieza podamos ver al selectivo superando los 9.000 puntos. Es importante tener en cuenta los datos que llegan de Estados Unidos y que parecen alejar el miedo a una nueva recesión sin inflación, la gran preocupación también en Europa. Además, y de nuevo en España, hay que anotar que tras la fallida investidura de Pedro Sánchez se abre un periodo de dos meses en los que se intentará, al menor por parte del PP, cerrar un acuerdo de gran coalición que de tranquilidad y confianza en la economía española.
No se puede de ninguna manera descartar cien por cien una coalición del PSOE con la izquierda radical y comunista de Podemos, pero eso parece hoy un poco más lejos que ayer. Sin duda, un respiro para los inversores y prestamistas.