La alcaldesa de Lugo, la socialista Lara Méndez, pupila favorita de José Ramón “O Garañón” Gómez Besteiro, lo hace tan mal, tan mal, que por su ciudad nadie entiende cómo no se ha pasado aún a la Marea de la Muralla. Y ella está empeñada en agrandar su leyenda. A la mínima oportunidad que se le presenta, bate un récord. Logró llevar al Concello a demorarse hasta 108 días en el pago a proveedores –solo Jaén tardaba más tiempo–. Después se preparó para otra plusmarca intentado abonar de golpe 5.080 facturas pendientes por valor de 2,3 millones. Y no es literatura, ¡eh! Una visita judicial ha constatado el caos que existe en el ayuntamiento con la tramitación de los recibos: muchos se han perdido, hay validaciones que tardan tres años... para qué seguir. La condición de cabeza de lista de los mareantes está cada vez más cerca.