Continúa la celebración de la VII Edición del Festival de Música Bal y Gay en la Mariña Lucense con conciertos como el de la Real Filharmonía de Galicia, el del Quinteto de viento Arcos Iris, el del Cuarteto Quiroga o el del pianista Juan Pérez Floristán y otras interesantes aportaciones como la conferencia pronunciada el viernes por la actual coordinadora de la “Asociación Española de Orquestas” (AEOS), Nathaly Ossa Alzate, que bajo el título “Música que transforma”, ofreció una fundamentada visión sobre la capacidad de transformación social a través de la música. La transformación social a través de la música no es una entelequia, una utopía. Es la realidad de “El Sistema Nacional de las Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela” (Fundación Musical Simón Bolívar), fundada en 1975 por el Maestro José Antonio Abreu, que siguiendo el lema de “tocar y luchar” se ha convertido en un modelo pedagógico, artístico y social que ha alcanzado gran relevancia. La realidad de la “Dreams Orquestra”, creada en Gotemburgo por el director y docente Ron Davis Álvarez con jóvenes refugiados provenientes de Siria, Afganistán, Albania, Rumania y Somalia, que llegan a Suecia solos y encuentran un lugar de rescate social, musical y pedagógico. Otro referente es la “Zohra Orquestra”, la primera orquesta sinfónica formada exclusivamente por mujeres en Afganistán, creada por Ahmad Naser Sarmast, instruyendo a los niños que trabajan en las calles de Kabul y de manera especial a las mujeres. El ejemplo de la “Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles de Chile” ( FOJI), creada en 2001 tras el anterior intento del Maestro Jorge Peña, que desaparece cuando el propio Peña es fusilado en 1973 en la “caravana de la muerte”. Y finalmente, el ejemplo de donde parte la conferenciante y su experiencia vital, la “Escuela de Música de Medellín”, en Colombia, creada en 1996 a propuesta de Juan Guillermo Ocampo en el momento más difícil de la ciudad y capaz de cambiarla radicalmente. Una clarificadora exposición que muestra realidades paralelas. Música que va más allá de lo que pasa en el escenario; salvadora de vidas y destinos, “capaz de llegar a rincones del alma, sembrando semillas de bien, bondad y belleza”.