BONO, no el cantante de U2, a quien ahora le da por jurar y perjurar que vivió una experiencia cercana a la muerte, un hecho que define como “un evento de extinción”; igual hasta empezó a caminar hacia una luz muy blanca y quienes estaban allí la apagaron al ver que era él, sino el político, es un armadanzas profesional; lo ha sido a lo largo de toda su vida. Hoy camina por una acera y mañana por la de enfrente, pero siempre queda indemne y si para no sufrir daños tiene que compadrear, compadrea con quien haga falta. Ahora se mesa los cabellos por la decrepitud de Podemos, que “es viejo y está en caída libre”. ¡Cómo cambian los tiempos! Pocos días antes de la Navidad de 2014 montó una cena secreta en su casa a la que invitó a ZP, a Pablo, antes Pablo Manuel, “Viva la Gente” Iglesias y a Íñigo “El niño de San Ildefonso” Errejón, que puso de los nervios a Pedro “La sonrisa” Sánchez, por lo que se pudiera haber tramado alrededor de la mesa. A ver si les dio de cenar un acelerante del envejecimiento. Capaz es.