A un tipo normal lo denuncia un policía local por aparcar mal el coche; o el fontanero, si han pasado siete años desde que le cambió las tuberías del cuarto de baño y no le ha pagado ni un patacón, pero no lo denuncia una actriz porno. A feixes de tipos normales les encantaría encontrarse con una demanda así; anda que no iban a presumir ni nada en el bar de la esquina. A Stormy Daniels, la actriz porno que tuvo un lío con Trump, la ha denunciado su marido por adulterio y le ha plantificado una demanda de divorcio. ¿Divorcio por adulterio... siendo actriz porno? Raro, raro, raro, que diría el doctor Iglesias Puga.